Estamos preparando un homenaje a Ramon Vergara…..¿Y quien era….?

Estamos organizando un homenaje a Ramon Vergara, se aceptan ideas sugerencias y a todas aquellas personas que deseen colaborar puede ponerse en contacto con nosotros.
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Se ha muerto Ramón Vergara y muy probablemente pasara sin pena ni gloria la noticia. Acabo de recibir la llamada de Marimer Sanz, la que durante años programaba, dirigía y agitaba una noche canalla y cabaretera que ofrecía un Bilbao distinto desde Tiffanys
Esta sala, por la que han pasado lo mejor del espectáculo, ofrecía todos los días dos pases; a las 1:30 y a las 3:30 donde con una gracia, chispa y un gracejo muy bilbaíno, Ramón Vergara, entonaba al público que ocupaba las aterciopeladas butacas de la sala. Sabia los mejores chistes de Bilbaínos, cantaba las canciones más animadas que servía de preámbulo para el artista de turno; unas veces la Sara Montiel, otras la Lola Flores, pasando por humoristas como Arévalo, Bigote Arrocet o Mariano 1.85. Ramón hacia bilbainismo desde la humildad con mucha humanidad, difícil esto en el mundo de las lentejuelas.
Ramón Vergara que durante años formo parte del “Trió Acapulco” paso al “Trió los Chimbos de Bilbao” echando a suertes la elección de este nombre ya que había otros en la lista como el “Trió Nervión”. En aquellas épocas las bilbainadas traspasaban fronteras y hasta Japón llego Ramón con su trió y su buen hacer. Ramón cantaba y tocaba la guitarra, Ramón emocionaba con su arranque y entusiasmo. Ramón recorrió cinco veces el mundo de escenario en escenario y en uno de estos conoció a Christi. A principios de los setenta deja el trió y sigue recorriendo escenarios con la ya su mujer Christi, una francesa confite, un bombón, una golosina que con su notoriedad en la voz, con su tonada recia y poderosa, arrancaba ovaciones y aplausos, llenos de bravos.
Se afincaron en Bilbao, en la calle Mazarredo donde en el ático enseñaban a muchos jóvenes que querían ser “artistas” De ese inmueble, salieron muchos sueños, muchas ilusiones, muchos deseos que acabaron convirtiéndose en realidad.
En los ochenta, las salas de fiesta encontraban mas espectáculo en el propio público que en el escenario y la edad de este dúo, les retiro de los escenarios y llevándoles hasta las Landas francesas. Desde allí no fallaban en felicitar un cumpleaños, ni en mandar una postal hecha por ellos mismos en navidad.
Este año Ramón no mandaran la felicitación de Navidad y me acordare de él y su Chisti, me acordare de Goiko y los momentos que pasábamos desde la cabina del Tiffany´s. Porque él fue, quien puso el nombre a Gregorio Tejedor Vicente, “el que estaba arriba” en la cabina pinchando música y llevando luces era Goiko.
Con mucha nostalgia y una sensación contrariada por sentirme impotente por no dar más notoriedad a uno de los auténticos Bilbaínos Ilustres de este bocho que tanto promociono por todo el mundo con sus canciones.
Ramón, gracias por todo lo que nos enseñaste a los que estuvimos a tu lado. Gracias.
Jabier Calle