La Visita ComunicaciónHAY un cierto encanto en esa suerte de contradiós: apostar por el futuro en casa del pasado. Es un riesgo, claro está, porque cuesta imaginar que allá en el primer piso del número 8 de la calle Bidebarrieta, en una de las arterias principales del Casco Viejo, acaba de instalarse una tecnología de vanguardia, puntera y eficaz. La misma que usa Rafa Nadal para recuperarse de algunas de sus dolencias, sin ir más lejos.
Entre estas tecnologías está, pongamos por caso, el software de elección para la visualización y procesamiento de imágenes 3D a partir de unidades de rayos X Planmeca y la ya citada tecnología Endoret-PRGF, o, dicho en cristiano, el Plasma Rico en Factores de Crecimiento. Se trata de atinar en el diagnóstico con la mayor precisión posible, con la puntería de un tirador olímpico. A ello aspira Antón Calvo, médico odontólogo titular de este proyecto que ayer reinauguró la clínica Dental Center Bilbao, abierta desde 1997 para presentar en sociedad estos avances de la ciencia. No pudo hacerlo junto a Jon Irazabal, uno de sus socios, por motivos personales, pero se acordó de él a la hora de los discursos.
Antón cree en el equipo. Lo repitió ayer más de una vez, casi en un sin ti no soy nada digno de Amaral. Les agradeció su preparación y sus esfuerzos, lo que unido a estos adelantos tecnológicos, permiten a la clínica espantar a uno de los miedos más recurrentes cada vez que uno acude al dentista: la tremebunda dolorosa. Y no hablo de la muela, ya me entienden.
La clínica está en la primera planta. Y basta cruzar el umbral de la misma para darse cuenta que en ese portal conviven varios mundos. Es entrar en la clínica y uno tiene la sensación de que viaja en el tiempo hasta, qué sé yo, un box de la NASA. Luces potentes y máquinas imponentes que dan la sensación de encontrarse a un paso de ponerse en pie y echarse a andar, como un transformer, uno de esos titanes de la ciencia ficción. Los presentes curiosearon en esemuseo de adelantos tecnológicos donde, según dicen, también podrán acudir colegas a contrastar y confirmar diagnósticos.
Implantes unitarios, regeneración ósea, estética sobre dientes naturales, coronas y prótesis de zirconio, carga inmediata sobre implantes, estética en los propios implantes y rehabilitaciones completas sobre ellos o periodontitis avanzadas. Esas son algunas de las cuestiones que se ofrecen en la clínica sin tener que dejarse un diente de oro en la factura.
Pero ayer no era el día propicio para el potro de tortura -basta esta enumeración para que alguno de los compañeros de periódico ya empiecen a sudar…- sino de fiesta. A la que se organizó para presentar la candidatura al futuro de la clínica no faltaron Begoña González, Amaia Urquijo, María José Calvo, Diana Álvarez, Verónica Palomoy Alejandra Gómez, mecánicas todas ellas de esa escudería dental;Julisa Cuztal, Jon Fano, Marta Calvo, Jabi Calle y los profesionales odontólogos Laura Requejo, Borja Campomanes, Lara Saiz y Luis Herrero, entre otros, amén del propio Antón, comandante en jefe de la tarde. Todos disfrutaron de la puesta de largo, dicho sea así por mucho que sean legión quienes opinan que disfrutar y clínica dental no casan en la misma frase. Hagan un esfuerzo, que ayer no era día de consultas.
Fue, ya digo, una tarde cálida. Tras los cristales llovía y en el interior se daban cita amigos y viejos compañeros de profesión. Entre ellos se encontraban Javier Muguruza, José Luis Fernández, María Hernández y una selecta selección de amigos, colegas y pacientes que se quedaron como corresponde a una ocasión y un lugar semejantes: boquiabiertos
